Filtro de acero inoxidable + adaptadores

La mayoría de los sistemas de filtración utilizan carcasas de plástico que se degradan con el tiempo, a veces incluso filtrando productos químicos al agua. El acero inoxidable ofrece una alternativa más duradera e higiénica, que evita la contaminación al tiempo que garantiza la longevidad."

Estudios científicos confirman que la filtración cerámica de diatomeas (0,1 µm) y el carbón activado a base de coco eliminan eficazmente los contaminantes al tiempo que preservan los minerales esenciales. La filtración cerámica bloquea físicamente los microplásticos, las bacterias y los metales pesados (91-98% de eliminación de plomo y mercurio), mientras que el carbón activado adsorbe los subproductos del cloro, los pesticidas y los compuestos orgánicos volátiles. Esta combinación elimina los contaminantes que suele contener el agua embotellada y del grifo, sin eliminar minerales beneficiosos como el calcio y el magnesio. A diferencia de la ósmosis inversa, proporciona agua limpia, segura y equilibrada de forma natural con un mínimo de residuos y un menor impacto medioambiental.

"El agua embotellada no es tan pura como parece: los estudios demuestran que la mayoría de las marcas contienen microplásticos, a veces en concentraciones superiores a las del agua del grifo. Además, las botellas de plástico contribuyen a generar una gran cantidad de residuos y contaminación. Un sistema de filtración de alto rendimiento como Puure elimina los microplásticos, el cloro y los contaminantes directamente en la fuente, proporcionando agua limpia y segura sin el coste medioambiental.

La filtración no consiste sólo en eliminar contaminantes, sino también en encontrar el equilibrio adecuado. Los sistemas que lo eliminan todo -incluidos los minerales beneficiosos- pueden dejar el agua sin sabor. Un filtro bien diseñado conserva lo esencial y elimina las sustancias nocivas.

"Poder alternar entre agua filtrada y sin filtrar es una función práctica que ayuda a prolongar la vida útil del filtro y a reducir la filtración innecesaria para tareas como lavar las verduras. Es una forma sencilla de optimizar tanto la eficiencia como el uso de los recursos."

La mayoría de los sistemas de filtración utilizan carcasas de plástico que se degradan con el tiempo, a veces incluso filtrando productos químicos al agua. El acero inoxidable ofrece una alternativa más duradera e higiénica, que evita la contaminación al tiempo que garantiza la longevidad."

Estudios científicos confirman que la filtración cerámica de diatomeas (0,1 µm) y el carbón activado a base de coco eliminan eficazmente los contaminantes al tiempo que preservan los minerales esenciales. La filtración cerámica bloquea físicamente los microplásticos, las bacterias y los metales pesados (91-98% de eliminación de plomo y mercurio), mientras que el carbón activado adsorbe los subproductos del cloro, los pesticidas y los compuestos orgánicos volátiles. Esta combinación elimina los contaminantes que suele contener el agua embotellada y del grifo, sin eliminar minerales beneficiosos como el calcio y el magnesio. A diferencia de la ósmosis inversa, proporciona agua limpia, segura y equilibrada de forma natural con un mínimo de residuos y un menor impacto medioambiental.

"El agua embotellada no es tan pura como parece: los estudios demuestran que la mayoría de las marcas contienen microplásticos, a veces en concentraciones superiores a las del agua del grifo. Además, las botellas de plástico contribuyen a generar una gran cantidad de residuos y contaminación. Un sistema de filtración de alto rendimiento como Puure elimina los microplásticos, el cloro y los contaminantes directamente en la fuente, proporcionando agua limpia y segura sin el coste medioambiental.

La filtración no consiste sólo en eliminar contaminantes, sino también en encontrar el equilibrio adecuado. Los sistemas que lo eliminan todo -incluidos los minerales beneficiosos- pueden dejar el agua sin sabor. Un filtro bien diseñado conserva lo esencial y elimina las sustancias nocivas.

"Poder alternar entre agua filtrada y sin filtrar es una función práctica que ayuda a prolongar la vida útil del filtro y a reducir la filtración innecesaria para tareas como lavar las verduras. Es una forma sencilla de optimizar tanto la eficiencia como el uso de los recursos."